Existe una diferencia abismal entre hacer limpieza de libros en tu casa, o hacerla en casa de tus padres. Cuando repasas los libros de tu casa para ver qué retiras, sueles mandar al garete esas novelas que te regalan aquellos que saben que lees pero que no te conocen en absoluto, o también esas novelas que de vez en cuando lees aunque seas consciente de que son un poco truñaco (no pondré ejemplos para no herir sensibilidades, pero vamos, que me refiero a BridgetsJones y bazofias similares. Uy, ya lo he dicho.)
Es infinitamente mejor echar un cable a tus padres y ayudarles a retirar libros en su casa. Más que nada porque, aunque se te olvide a veces, una vez tú fuíste un crío allí mismo, y aprendiste a dibujar, a leer, a pintar, etc.
Así que han ido reapareciendo estos días libros hechos polvo de Roald Dahl, de Michael Ende, de... ¡¡Gloria Fuertes!! Y, de repente, ha aparecido un libro que creía perdido. Un libro de poemas de García Lorca con páginas en blanco donde aquí una servidora escribió sus primeros ¿relatos?. No sabía si echarme a reir o a llorar. A llorar por la letra infantil y temblorosa, y esos 7 añitos de enana en los que por lo visto ya quería contar mis tontunas. A reir porque no sé por qué leches me dió por buscarme un seudónimo, y mucho menos uno tan tonto... ¿Lina???
Cuelgo ahí la portada del libro, y un par de mis primeros relatos, chispas.
9 amiguetes que comentan.:
María, que envidia me das. Ese libro, tu primer libro de relatos, debes conservarlo pues no solo te lleva a tu niñez, nos lleva a la de todos. Gracias por compartirlo. Además, hoy en día que solo escribimos en ordenador no queda rastro de los manuscritos.
¿Te habrás dado cuenta que no se necesitan grandes novelas para contar historias?
Gracias por compartirlo. Por ahí tengo yo pequeñas libretas con cuentos que me daba por escribir allá por los sesenta y algo, ¡madre mía!. Era de trágico... cuestan leer, no soy capaz de reconocer la letra aunque sí a la escribidora.
Besos.
María, me emociona que compartas ese libro con nosotros, ver tus primeras huellas como escritora.
Antes se guardaban cosas, ahora la falta de espacio hace que todo se recicle.
No sabes lo que me entra cuando encuentro entre la página de algún libro un dibujo de mis hijas o un relato de mi padre.
Me alegra que tu madre conservara ese libro.
Besines
L;)
Me llama la atención que desde tan joven ya tubieras bien definida tu vocación. Esos relatos son un tesoro invaluable y ahora se desplazan por internet para el asombro (o la envidia) de los que te conocemos. Se agradece que los compartas.
Un abrazo.
xDDDDDD absolutamente impagables!!!!
¡Qué suerte! De pequenya yo también solía escribir (creo que más que ahora, jejeje), pero entre mudanzas y traspapeleos, he perdido casi todo. Me hubiera gustado releerme tantos anyos después, igual que me ha gustado descubrir tu primer libro de relatos (chispas!).
¡Que bonito, Rasta! ¡Qué tesoro tienes!
En mi caso, después de tres cambios de continente y un divorcio del que salí casi con lo puesto, no tengo nada que me una a mi niñez.
Hace unos meses, cuando Paula me trajo mis boletines de notas del colegio y del instituto, me cayeron las lágrimas. Entre otras cosas porque Pau ya sabía la verdad de que tal alumno había sido su padre.
Un abrazo.
PD: ¿como fue el cuento al concurso?
Rafa, no sé yo si mi vocación era esa. Han pasado 31 años desde ese librito y aún no lo tengo claro. :)
Banshee XDDD ya te enseñaré el resto de relatos, que no tienen desperdicio jojojo. Hay uno de unas princesas que van de paisanas XDD
Gacela, nunca se sabe, yo daba todas estas cosas por perdidas y han aparecido haciendo limpieza a fondo.
Como diría Penélope o Wilma: Pedroooooooooooo! XD Bueno, recordar la infancia aunque no se tengan pruebas de que se estuvo allí, también tiene su gracia. No me dió tiempo a terminar el relato, se me está complicando un poco-demasiado la existencia :/
Besos!
Ximens, Elysa, Loli, besos mil.
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