Acabo de leer una declaración en FB de alguien a quien no le pienso dedicar ni dos líneas ni medio improperio, aunque sea familia. En su entrada de ésta noche pone a bajar de un burro de manera salvaje a Amy Winehouse por haberse muerto. O matado, me da lo mismo. En esa entrada dice que Amy no era un ejemplo para nadie, ni puede ser un mito. Es cierto que nadie así puede ser un ejemplo para nadie, pero tampoco creo que quisiera serlo, ni que lo pretendiera, ni que le importara una mierda. En cuanto a si puede ser un mito o no, eso sólo lo dirá el tiempo y el partido que saque la discográfica a su muerte. Ella decidió cargarse su cuerpo y su vida, pues allá cada cual.
A mí me da pena. Y me da pena porque formó parte de la BSO de un estudio donde trabajé y donde tanto mis compañeros diseñadores como la música que escogíamos fueron tan variados como inmejorables. El estudio, como Amy, murió. Los diseñadores nos convertimos en amigos. La música la seguimos compartiendo a veces, aunque no la escuchemos juntos.
Me parece bien que a alguien no le guste Amy Winehouse porque fuera una yonki recalcitrante, alcohólica, anoréxica, se lavara poco el pelo o se pintara el ojo mal. Yo odio particularmente a los cocainómanos (como de todos es sabido), pero no odiaba a Amy porque no la tenía que tratar, sólo que escuchar. Para qué voy a mezclar churras con merinas. En cualquier caso, a el tontolaba de mi primo, si yo tuviera paciencia y ganas, le propondría un juego: cerrar los ojos y así no tener que ver a Amy, escuchar el siguiente acústico, y al terminar de escucharla atreverse a decir otra vez que su corta vida no valió la pena.
6 amiguetes que comentan.:
A mi me ha dado mucha pena, aunque pueda no haberme sorprendido.
Soy un firme defensor de que cada cual haga con su vida lo que quiera hasta el límite de la libertad ajena, incluso en las ocasiones que -como esta- me cuesta entender.
Por todos aquellos que disfrutamos de su música, me alegro de que al menos haya disfrutado de su oportunidad.
El acústico, impresionante.
A mí también me da pena, me ha proporcionado buenos momentos con su música, y eso se lo agradezco.
Ahora los demás dirán o dejaran de decir, se la juzgará de mil maneras, pero lo que se debe valorar es su música, lo demás le pertenecía a ella para bien o para mal.
Besitos
Me quedé en los Brincos... ¡Dios!, que viejo soy
Esa canción tiene algo que llega, que transmite al escucharla. Es una pena que no pudiera seguir adelante, y que valiera ya más muerta que viva para las discográficas.
abrazos wapi
Ahora resulta que llevaba dos años componiendo y grabando, y que tiene un álbum a punto de salir al mercado. Mi mente cuentista me hace pensar que la discográfica estaba esperando a que se le fuera la mano... Y si no es así pues bueno, pero sería una buena historia. Ahora me he acordado de un relato de Pàmies que empieza más o menos con ésta frase: "Me tuve que morir para saber que me querían".
Sin duda su vida valió la pena, mucho más que la de muchos de aquellos que la critican. Quizás eso es lo que les duele.
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