Sweden : ten points… La Suède : dix points

La única manera de escribir en esta santa casa es plantarse los cascos y enchufar el Spotify de forma que pueda evadirme de la tv y de las conversaciones familiares. Normalmente me pongo bajito a Miles Davis, a Annette Hanshaw o similar, y escribo. Lo malo (o lo bueno) de Spotify es que cuando una se cansa de escribir, se pone a pulular y sigue recomendaciones, y se pierde, y así escuchas a The birthday party (¿?) porque te dice el programa que se parece a Nick Cave, o descubres a Emiliana Torrini porque te avisa de que se parece a Björk. Hasta ahí todo normal. El cómo he llegado a Jay Smith es más raro.

Me pasa una cosa con las versiones de canciones, y es que siento un amor-odio por ellas y desde luego bastante curiosidad. Es decir: en principio no me gustan nada, pero hay honrosas excepciones que me han traído grandes sorpresas. El mejor ejemplo que se me ocurre fue descubrir a Seu Jorge gracias a su disco de versiones de canciones de Bowie (y gracias al amigo Francurcio, que me lo descubrió). A priori una se echa las manos a la cabeza ¿Versionar al gran Bowie a ritmo brasilero? Firgensanta, cómo se le ocurre a nadie hacer tal cosa. Bien. Pues “The life aquatic Studio sessions” de Seu Jorge es, para mi, un disco imperdible y genial.

Es posible que Seu Jorge sea un gran “versionador”, porque tiempo más tarde me encontré con su manera de cantar la canción principal de la BSO de “Closer”, es decir, la preciosa canción que abre y cierra la película y que se titula “The blower’s daughter” a cargo de Damien Rice (Damián Arroz para los amigos). Pues la versión que hizo Seu Jorge con Ana Carolina es una maravilla, no hay más que oír y juzgar. “E isso ai”.

El caso es que, harta de escribir hace unos días, me puse a pulular y a investigar versiones. Puse en Spotify “Bad romance”, a ver cuántos zumbaos se habían atrevido con la canción de Lady Gaga (freak que es una, y que la original me gusta, ecléctica que es una XD), y me encontré con chorrecientascincuentaytresmil. La primera, obviamente, la de Lady Gaga. La segunda la de éste señor, que es un poco heavy el muyayo. Y me quedé bastante parada.

Jay Smith – Bad Romance

 

Pincho en su nombre y veo que todo lo que ha hecho son versiones… una de Madonna, otra de Back Street Boys (¿¿?¿¿), otra de Phil Collins. Escucho el “Like a prayer” de Madonna y alucino ¿Quién es éste tipo?

Pues para eso está san Google, para googlear. Y resulta que el amigo Jay Smith es el reciente ganador del equivalente sueco a nuestro cutre-OT. Entonces busco en youtube y me encuentro con éste video: la audición que le hizo entrar de cabeza (y muy merecidamente a mi parecer) en el concurso, cantando “Black Jesus” de Everlast.

La verdad, yo no creo que Nina and company hubiera aceptado a un similar a Jay en sus filas, porque digamos que muy agraciado televisivamente el hombre, no es. Creo que el criterio de OT es muy distinto a que usan en el Idol de Suecia, y así les luce el pelo a los de OT. No sé si será que aquí la materia prima flojea, o quizá que aquí escojan a los candidatos valorando qué sector de la población gastaría doblones en mandar sms de apoyo. La respuesta es fácil: Adolescentes "forracarpetas". Así que buscan a guaperillas de 0’75 (es decir, de tres al cuarto) aunque no tengan sangre en las venas. Y hala, en un mes tienen que chapar el chiringuito.

Pues nada, el amigo Jay me ha hecho pasar un buen rato y unas buenas risas viendo en youtube cómo salió del paso honrosamente en las galas de ese OT sueco, aunque a veces le pusieran canciones que no le pegaran ni con cola, como la de Madonna, Phil Collins, Lady Gaga o para más webs… los Back Street Boys, de la que os dejo un unplugged radiofónico.

A ver qué hace ahora que se acabaron las versiones, aunque por lo visto tiene un grupo y un disco en el mercado desde hace tiempo: Von Benzo. A ver qué hace a partir de ahora, yo tengo curiosidad.